La 40º edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión aterriza en Sevilla
Del 17 de Noviembre al 10 de diciembre se celebra en Sevilla la 40º edición de la Feria del Libro Antiguo y de ocasión. Un año más el lugar escogido es la Plaza Nueva, aunque no siempre ha sido así. Mila Díaz, presidenta de la asociación “Amigos del Libro Antiguo” encargada de la organización de la feria, nos cuenta que originalmente la feria se inicia en Plaza Nueva, pero a lo largo de sus cuarenta ediciones ha pasado por Plaza de San Francisco y por Fray Ceferino. Además se da la peculiaridad de que a pesar de ser la 40º edición, son 39 los años que se lleva celebrando, pues en una ocasión en un mismo año hubo 2 ediciones.
La asociación amigos del libro antiguo es la organizadora y cuenta con la financiación del ICAS (Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla), la Diputación provincial y la Universidad de Sevilla que anualmente colabora coeditando con la asociación alguna obra, este año ha sido la de Cicerones de Sevilla.
¿Qué es un “libro antiguo”?
Juan Diego Martín Cabeza, escritor licenciado en filosofía y amante del libro antiguo, hace una distinción entre libro antiguo y libro viejo. Los libros viejos son libros que han pasado por uno o más dueños antes, y que por lo que sea han ido a parar a librerías donde uno puede hacerse con ellos por precios más asequibles de los que costaron nuevos. El término libro antiguo tiene una connotación distinta. Son libros que, al contrario de los viejos, pueden multiplicar el valor que tuvieron de nuevos por su antigüedad, rareza o tipo de edición.
Para Daniel Cruz, librero que regenta la librería Boteros en Sevilla, un libro antiguo es un libro fuera del circuito comercial, descatalogado, de segunda mano, y en esta feria o en las librerías de libros antiguos, el publico tiene la oportunidad de encontrarlos.
Preguntamos a Juan Diego lo que busca la gente cuando desea un libro antiguo. Por su respuesta, lo tiene claro:
Yo creo que si uno va buscando algo concreto no va bien encaminado, uno más bien encuentra. Es muy emocionante repasar todas las estanterías y dar con algo que, o bien compras porque relacionas con otra lectura, o piensas que querías leer desde hacía tiempo. Es muy raro encontrarse uno con un libro que lleve años buscando, eso es muy peliculero. Y además, para eso ya está internet que es infalible. En las ferias o librerías de viejo los encuentros son de otro tipo. Hay colecciones, o editoriales, con la que tienes más afinidad, y te gusta encontrar algo que ya no podrías encontrar en librerías de nuevo. Además a veces dentro de los libros encuentras cartas, billetes de tranvía o de metro de otras ciudades que sirvieron como marcapáginas, otras veces dedicatorias simpáticas escritas por el autor o alguien que regaló el libro a otra persona, son detalles que para mí le dan más valor al libro, más vida.
En cuanto a cómo recibe el público la feria, Daniel Cruz, que este es su 2º año en la feria, piensa que el público la tiene como un ritual de otoño.
La gente lo espera con ilusión, y además la mayoría es público que no suele ir a las librerías y si vienen a la feria.
A la feria vienen librerías de todas partes de España (Cádiz, Barcelona, Málaga, León, Santander…). Además, el hecho de que coincida con el puente de diciembre, hace que tengan aún más visitantes, tanto de Sevilla como de otras ciudades.
Otros actos paralelos a la feria han sido el pregón de Juan Eslava Galán, la inauguración con la Banda Municipal de Sevilla, unas jornadas sobre las librerías de viejo y su relación con los escritores con pregoneros de otros años como son Rosa Regás y Jesús Marchamalo, y para los más pequeños se ha hecho un cuentacuentos.
¿Está viviendo la literatura un buen momento?
La versión del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
Hay un pensamiento generalizado de que las nuevas tecnologías están suponiendo una gran competencia para los libros y, por tanto, a la literatura. En parte, pueden llevar razón. Parece que los niños optan por videojuegos para entretenerse antes que la lectura. Sin embargo, los datos en España son bastante favorables y reflejan que la literatura goza de buena salud. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de su Observatorio de la Lectura y el Libro, ha elaborado un informe en el que aparece España como el noveno país en cuanto a mercado de libros más grande del mundo. Nuestro país cuenta con un volumen de ventas de 2.889 millones de euros, y solo lo superan ocho países: Alemania, China, Japón, Corea del Sur, Italia, Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
La cultura española es rica e importante nacional e internacionalmente. También encontramos datos positivos en el aspecto cultural. El sector de Libros y Prensa representa el 34,1% del PIB (Producto Interior Bruto) del conjunto de actividades culturales. A su vez, las actividades editoriales generan 49.700 empleos, lo que supone un 9,1% del empleo del sector cultural.
Al contrario de lo que pueda parecer, las nuevas tecnologías no son incompatibles con la literatura. Es más, se pueden llegar a complementar. Es el caso de los ebooks, dispositivos que nos permiten leer libros digitales. Muchos auguran que estos dispositivos acabarán con el libro en papel. Quizás sea así a largo plazo, o no. Lo que es un hecho es que a corto y medio plazo, no será así, puesto que, según el citado informe del MECD, del índice de 62,2% de lectores en nuestro país, el 59% suele leer libros en papel, frente al 17,7% que lo hace en ebooks. Otro dato de la supremacía -al menos de momento- del papel sobre lo digital es que los libros impresos suponen el 90% del total de la facturación, mientras que los libros digitales representan el 5,1%.
Los expertos literarios, más críticos
Espinosa afirma que la Literatura "debiera de ser un tesoro", pero que lamentablemente "está tocada de muerte" ya que siente que cada vez se lee menos. Cree que este momento en el que vivimos es "es la época de la historia que más se publica, más oferta hay, pero a su vez menos se disfruta leyendo".
El papel de la educación y redes sociales
A su pesar, afirma que "hay un alto porcentaje de jóvenes hoy en día que no leen, no les atrae ese mundo lento y pausado que es la lectura de un libro", y que cuando lo hacen es por "obligación en las escuelas y en los institutos". Considera que con esto, en vez de fomentar la lectura, se crean "enemigos de letras y libros". Y en la escuela es donde está una de las soluciones, pues una opción "sería separar la Lengua de la Literatura" ya que "son dos mundos que deberían de ir paralelos, no cruzándose entre ellos".
En cuanto a las soluciones, Espinosa cree que la clave se encuentra en la escuela. Para él, es necesario separar la Lengua y la Literatura: "son dos mundos que deberían ir paralelos, no cruzándose entre ellos". Por otro lado, cree que debe entenderse que "cada persona es un lector" y que no todo el mundo tiene que "leerse la Regenta, por ejemplo". Más bien, debería fomentarse la lectura sin imposiciones, ya que cada uno tienes "unos gustos, una forma de pensar, de sentir y de aceptar el mundo".
Hemos podido contar también con Ángeles Corchón Borras,
Diplomada en Magisterio y licenciada en Geografía e Historia. Ejerce como
profesora de tercer ciclo de educación primara en el CEIP Huerta de Santa
Marina. Mantiene firme su opinión: “con la incorporación de tecnologías de
información hay una multiplicación y proliferación de blogs literarios y otros
medios de comunicación e información masiva que hacen que el corpus general de
toda la literatura tal y como la conocemos esté más cercano para el potencial
lector, y así se produce una mayor interactuación con el hecho literario”.
No duda en afirmar que los tiempos que corren influyen de manera
decisiva en la configuración del acto de la lectura: “concluimos que el papel
de literatura hoy está inmerso en proceso de cambio y redefinición acorde con
los tiempos convulsos y de veloces cambios que estamos viviendo en la
actualidad”.
Sin embargo, mantiene un hilo de esperanza al ser preguntada
por la remota posibilidad de la coexistencia entre ambos formatos: “ambos están
llamados a entenderse, habrá lectores que alternen, por ejemplo, el uso en casa
del papel y para los desplazamientos emplearán el libro electrónico”.
Aún así, sigue diferenciando inevitablemente los dos tipos
de lectores que se derivan en el amplio abanico de la lectura: “hay un tipo de
lectores más tecnológicos, normalmente jóvenes, que usan papel solo cuando es
imprescindible. Luego están el tipo de lectores (entre los que me incluyo) que
aman entrar en librerías, tocar los libros, hojearlos, leerlos… eso con un E-book es imposible, pierde magia
y romanticismo”
Para finalizar, nuestra entrevistada no dudó en parafrasear
a un Premio Nobel como fue el portugués José Saramago: “nunca lágrima podrá
emborronar un email”. Y es que un libro electrónico no se puede emborronar con
las lágrimas de la emoción de un universo recién estrenado como el de los
libros.
Muchas actividades que solemos hacer en nuestro tiempo libre se ven adulteradas por este ritmo tan alto de vida que llevamos. Por ejemplo, muchos escuchan música mientras van en el bus o mientras recogen su cuarto, pero pocos realmente se sientan a escuchar solo música; o ven en la televisión su programa favorito mientras chatean con el móvil. Con la lectura, esto no es posible pues necesita de una concentración que hace que solo podamos estar haciendo una cosa en ese instante.
Espinosa coincide en esta idea, y la desarrolla aún más con esta cita: "El siglo XXI avanza entre raíles como ese tren que lleva prisa, y la Literatura es una ventana abierta a la calma, a conocer otros mundos, a pasar al corazón de otras vidas, de otros ojos, de otras pieles".
La idea de la Literatura como calma
En este siglo XXI, si algo reina es la inmediatez. En todos los aspectos de la vida, pero especialmente en los medios de comunicación. Al instante de ocurrir un suceso, ya los periódicos digitales se hacen eco. Sienten la necesidad de informar, quizás no mejor que el resto, pero sí antes.Muchas actividades que solemos hacer en nuestro tiempo libre se ven adulteradas por este ritmo tan alto de vida que llevamos. Por ejemplo, muchos escuchan música mientras van en el bus o mientras recogen su cuarto, pero pocos realmente se sientan a escuchar solo música; o ven en la televisión su programa favorito mientras chatean con el móvil. Con la lectura, esto no es posible pues necesita de una concentración que hace que solo podamos estar haciendo una cosa en ese instante.
Espinosa coincide en esta idea, y la desarrolla aún más con esta cita: "El siglo XXI avanza entre raíles como ese tren que lleva prisa, y la Literatura es una ventana abierta a la calma, a conocer otros mundos, a pasar al corazón de otras vidas, de otros ojos, de otras pieles".